Miguel Marfil
No sabría con certeza desde dónde desentrañar este laberinto de monstruo artístico que habita en Miguel. Si habría que hablar de él, sería muy pobre únicamente decir que es un gran artista visual; Sería muy precario arremeter de nuevo y añadir que es un buen artista del diseño… (ya que tiene un talento muy fino como diseñador) pero tampoco aquello le resume; Si tienes la osadía de volver a lanzar una palabra de su persona sería infinitamente más menesteroso sólo describir que es un gran dibujante, o un gran animador digital, porque nada de esto alcanza a englobarlo…
En el mundo donde él se mueve, sumido en el barrio que le conoce, se diría de él que es un tatuador… uno de los grandes…
Pero escondido entre las casitas humildes de la colonia donde ambos hemos nacido, cuasi oculto de un mundo vertiginoso y frenético que explota y a veces muestra su más aparente calma, decir esto sería injusto.
Desentrañaré a detalle el por qué te digo esto, porque si has llegado hasta aquí, es porque con certeza sé que te come la curiosidad de saber quién le dará forma plástica a lo que tú y yo, sólo podemos describir con palabras (en el mejor de los casos) o con un “Casi así…” “Casi… Asa” como en un balbucear incoherente y onomatopéyico... donde seguramente usarás tus manos, tus ojos y las expresiones más extrovertidas de tu persona, para darle a entender un algo que en el alma te parece perfecto… pero no te preocupes ---estás frente a un hombre sensible--- que sabrá con mirarte y escudriñarte atento a que es lo que estás buscando… Tú eres un garabato sin forma y Miguel se nos presenta como el artista que lo hace claro. Como si con intuirte conociera lo que te vive en el mundo interior….
Te diré que es Laberíntico, porque mirando su trabajo, quizá también te preguntes lo mismo que en mi mente se ha formulado: ¿Cómo esta bastedad y complejidad de obra, puede nacer de un solo hombre? Es Daliniano mirar su trabajo y contemplar la perfección y exquisitez de sus retratos femeninos, que nada tienen que ver con la sabiduría plasmada en su interpretación de la naturaleza; Llevándote siempre a la misma pregunta: ¿Son acaso ambas obras producto de una misma persona?
Te diré que es un Monstruo, porque los trazos le llegan una y otra y otra vez a lo largo del día.
Lo plástico y lo estético es algo de lo que Miko (como lo llamamos familiarmente) no puede escapar. Yo personalmente te cuento, que nunca he visto a un Miko que no destile esa sensación, de que antes de tu llegada estaba creando algo… Algo grande…
Sin ser presuntuoso, te diré que es artístico porque su ser sabe combinar imágenes, formas, colores, atmósferas, detalles que quizá jamás, JAMÁS se te antojarían juntos… sin embargo él… sabría darle armonía cumpliendo el primer principio de un gran artista: cautivar en su público y provocar esa sensación que sólo podría describir como una “sorpresiva alegría deliciosa”.
Y sin más que decirte, te diré que es humano, porque no temo ante él… Su sensibilidad sabrá darle en el clavo a aquello que te parece perfecto en tu ser interior. Así que sí…. Si buscabas encargarle y ponerle en sus manos un fragmento de ti para darle forma, no conozco a un artista mejor. No conozco… No conozco… No conozco…
Layc (El Joven) Actor y Director de escena